jueves, 14 de julio de 2016

La alegoría del "gallo rojo"



Después de ver en el Magaly La novia, tragedia lorquiana dirigida por Paula Ortiz, busqué versiones de "Pequeño vals vienés", poema de Federico García Lorca, musicalizado por Leonard Cohen. Una chica ibérica de corazón sensible me había dedicado la versión en inglés del poeta y cantautor canadiense. La banda sonora del film incluye una versión en español. De las que encontré después de la función, la versión que más me impactó fue la de Sílvia Pérez Cruz, cantautora e intérprete catalana. Desde esa noche he estado conmovido escuchando sus cantares. Sus letras e interpretaciones calan profundo.

Mi pieza favorita es su intrepretación de "Gallo rojo", un desaforo de belleza trágica. ¿Querés interpretar su sentido conmigo? 

    Cuando canta el gallo negro
    es que ya se acaba el día.
    Si cantara el gallo rojo,
    otro gallo cantaría.

    ¡Ay! Si es que yo miento
    que el cantar que yo cante
    lo borre el viento. 
    ¡Ay! ¡Qué desencanto
    si me borrara el viento
    lo que yo canto!

    Se encontraron en la arena
    los dos gallos frente a frente.
    El gallo negro era grande
    pero el rojo era valiente.

    ¡Ay! (...)

    Se miraron a la cara
    y atacó el negro el primero.
    El gallo rojo es valiente
    pero el negro es traicionero.

    ¡Ay! (…)

    Gallo negro, gallo negro,
    gallo negro: ¡Te lo advierto!
    No se rinde un gallo rojo
    más que cuando está ya muerto.

    ¡Ay! (…)

¿Qué pensás? ¿Simple fábula de dos gallos? ¿Alegoría? ¿De dos hombres? ¿De una mujer y sus dos amantes? ¿Del día y la noche? ¿Del bien y el mal? ¿Política, como parece haber sido la intención del cantautor español, Chicho Sánchez Ferlosio?

Yo siento que es una alegoría del corazón humano, del amor que le da vida y lo sustenta y de las oscuras pasiones que amenazan con destruirlo y arrasar ese amor. Pero no sé si es un solo corazón que se destruye o si son dos corazones que se arrasan: ¿A sí mismos? ¿Entre sí? No lo sé. 

Sé que cuando un gallo rojo muere luchando, de su simiente nacerá otro, aún más valiente por saber que se enfrentará de nuevo a la muerte y de todos modos luchará por su vida.

viernes, 1 de julio de 2016

"El malinche del rojo coral"


Ascendemos de la bajura puntarenense a la meseta central. Viajamos escuchando Voces Latinoamericanas del Ensamble J&A. Este cd es una joyita musical, producida en la Universidad Libre de Costa Rica, que llegó por dicha y gracia a nuestras manos. J es la guitarrista Jessica Valverde Montero y A es la flautista Andrea Zeledón Lépiz. Nos deleitan con una muestra de música paraguaya, tica, mexicana, nicaragüense, argentina y venezolana.



  A lo largo de la costanera de Lagunillas a Orotina y luego en el ascenso de Orotina a Atenas, hemos visto varios malinches en flor. Yo diría que sus vistosas flores son "llamaradas naranja". Pero, me he dado cuenta al escuchar mientras miro el paisaje que el autor Aníbal Reni es más preciso y poético.



 Justamente Voces Latinoamericanas incluye una interpretación de "Pampa", para mí la mejor oda a la bajura guanacasteca, un poquito al norte de la puntarenense, más llana y extensa que ésta. J&A, acompañadas en percusión por Oscar Rodríguez Zumbado, tocan su arreglo de la música de Jesús Bonilla Chavarría, mientras Adriana Rovira Murillo interpreta la letra de Reni. Canta la primera estrofa de la oda a la pampa:



  Sale el sol por la linda llanura

  bajo el cielo de limpio cristal;

  luce el bello amatista del roble

  y el malinche del rojo coral.



“Y el malinche del rojo coral”, repito en voz alta. ¡Qué belleza! No es naranja sino rojo coral.



  Nos gusta tanto esta interpretación de “Pampa” que la escuchamos varias veces. Conforme va quedando atrás la bajura, yo empiezo ya a extrañarla, aunque ame también a mi valle y sus montañas.

(Otra interpretación de "Pampa")