domingo, 24 de febrero de 2019

Respirar

Vos me mostraste, con tu ejemplo, el poder de la respiración. Respirabas meditando. Meditabas respirando. Cuando me viste agobiado, me dijiste: "Respirá". Hoy me desperté de madrugada con el pecho oprimido por un dolor emocional. Respiré. Respiré. Me relajé. Dormí. Me desperté soñando con una carta que me escribías. Suspiré aliviado. Durante el día, por momentos, respiré conscientemente. Y esta noche, al nadar, no me concentré en la sensación del agua en mi piel, ni en el sonido rítmico de mis brazadas, sino en mi respiración. Fue una forma de meditar respirando, como aprendí de vos. Ahora me voy a dormir. Respiraré hasta caer en sueños para encontrarte en ellos. Respiraré soñándote.

Respirar nocturno (Foto: LeticiaE)