domingo, 2 de noviembre de 2014

Ojos enloquecidos de amor en Greenwich Village

Con la llegada anoche de un frente frío, casi invernal, los indigentes han abandonado las calles y han vuelto a refugiarse en las estaciones del metro. Esta noche, en la estación de West 4th Street, vi a una mujer indigente, negra, de unos cincuenta años, cabello corto y canoso, sentadita en una banca en la plataforma del tren F. Sostenía contra su pecho a un león de peluche con su mano izquierda mientras lo acariciaba con la derecha, como si fuera su bebé. Le sonreía con ternura y lo miraba con ojos enloquecidos de amor. Y por debajo de la locura, se escondía un profundo dolor.

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