Hace tres años me pasé del barrio brooklynense de Kensington al de Windsor Terrace para vivir más cerca de ellos. Hemos sido vecinos aquí por casi tres años. Hace cinco meses nació Saoirse, su hija, y hemos sido vecinos los cuatro desde entonces. Han sido mi familia aquí en las cercanías del Parque Prospect.
En este hermoso sábado primaveral llegó el momento de su mudanza a la península de Rockaway. Allí estarán más cerca de la familia de Clare. Esta semana he estado ayudándoles con los preparativos. Me sentí privilegiado de acompañarlos mientras íbamos empacando sus cosas y desmontando un hogar para crear otro. Mientras lo hacíamos, Saoirse nos miraba con sus grandes ojazos azules y nos sonreía.
Ya les dí el abrazo de despedida y los vi partir. Me quedé un toque solo.
Es tiempo de transformaciones primaverales. Con alegría y valentía les doy la bienvenida.
Todo cambia. Pero no cambia mi amor.