domingo, 24 de mayo de 2015
Otro domingo en Recife Antiguo
Caminé con un nuevo amigo, Gil, por las calles empedradas y adoquinadas, en medio de hermosos edificios neoclásicos y eclécticos, algunos decadentes. En uno de ellos, abandonado en apariencia, vi en un balcón del segundo piso un tendedero con zapatillas Converse rojas, un bluejean, un vestido negro y sábanas, mientras escuchaba una batucada vigorosa de jóvenes bohemios. Anduve por la plaza principal, kilómetro cero para todas las rutas de Pernambuco. Observé a las familias, jóvenes y niños divertirse mientras los refrescaba la brisa marina. Caminé entre chinamos de artesanos y comí tapioca en un puesto de una pareja joven. Visité el museo Cais do Sertão y aprendí la historia del músico popular Luiz Gonzaga, rei do baião, ritmo que se baila en la fiesta de forrobodó o forró. Salí inspirado y busqué el show Forró de Um Real en la Plaza del Arsenal. Entonces la vi. Llevaba vestido verde turquesa y una flor amarilla en el cabello negro y crespo. Conversamos y luego bailamos un baião y dos y tres. Domingo feliz.
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