sábado, 7 de abril de 2018

Una nota y siete corcheas para despertar

Me despertó su canto. Antes de abrir mis ojos, lo escuché. Siete silbidos: siete corcheas, una sola nota aguda. Reconocí su voz: un cardenal. Escuché ese mismo canto por primera vez hace muchos años, en Arkansas, cuando conocí a este pájaro de máscara negra y plumaje rojo, entre escarlata y carmesí. Esta mañana, al escuchar su canto, abrí mis ojos, me levanté, observé desde mi cocina el jardín trasero de mis vecinos y atisbé de nuevo ese color a pasión, amor y primavera. Di gracias a la Vida por tantas vivencias sensuales y por un nuevo día pleno de ellas.

Cardenal (Foto: CarlosCubano)

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