Hoy salí de nuevo a escuchar a Niall y su banda. Ese es otro cuento. Pero estoy acá pensando: ¿por qué me gusta tanto caminar de madrugada por Brooklyn, bajo la luz de la luna, al final de una noche que sorprende? Porque la noche sorprende. Es una delicia. ¿Por qué me gusta tanto? Yo no lo sé, pero así soy. Me gusta la madrugada. Trae lo inusitado.
sábado, 7 de octubre de 2017
Volver de madrugada
Estoy acá pensando. Anoche decidí ir de última hora a ver la última tanda del documental Chavela en el Film Forum. Una cosa me llevó a la otra y terminé caminando por el parque Prospect de madrugada, escuchando las interpretaciones de Chavela en mi mente. Me impactó esta versión documental de la vida de la cantante tico-mexicana, sobre todo su actitud desafiante y decidida ante la vida. Tanto me impactó que terminé pensando que me encanta su interpretación de "Volver", pero no para cantársela yo a nadie ("no mames", diría Jahel), sino para que me la canten a mí.
Hoy salí de nuevo a escuchar a Niall y su banda. Ese es otro cuento. Pero estoy acá pensando: ¿por qué me gusta tanto caminar de madrugada por Brooklyn, bajo la luz de la luna, al final de una noche que sorprende? Porque la noche sorprende. Es una delicia. ¿Por qué me gusta tanto? Yo no lo sé, pero así soy. Me gusta la madrugada. Trae lo inusitado.
Hoy salí de nuevo a escuchar a Niall y su banda. Ese es otro cuento. Pero estoy acá pensando: ¿por qué me gusta tanto caminar de madrugada por Brooklyn, bajo la luz de la luna, al final de una noche que sorprende? Porque la noche sorprende. Es una delicia. ¿Por qué me gusta tanto? Yo no lo sé, pero así soy. Me gusta la madrugada. Trae lo inusitado.
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