sábado, 2 de diciembre de 2017

Festejar en Praia Vermelha

Apenas acaba el congreso, nos vamos a celebrar. Decidimos hacer nuestro banquete a la orilla de la playa. 

En vez de Diotima, Sócrates, Aristófanes y demás, llegamos a este banquete filósofxs de todo el Brasil y uno de Tiquicia. Y no estamos en Atenas sino en Praia Vermelha, una playita linda y escondida de Botafogo. 

La noche está sabrosa y tibia, la brisa fresca, el romper de las olas suave y constante, la arena amarilla aún conserva el calorcito del día. Brillan las estrellas. Un cerro de roca maciza me impide ver la Cruz del Sur, pero sé que allí está. 

Primero nos sentamos en la terraza de un restaurante, bajo un enorme almendro de amplias ramas, a comer una pizza de palmito y beber una cerveza Original.

Luego salimos a la playa. A un vendedor ambulante le compramos latas de cerveza Antártica y nos ponemos a conversar. Para mí alegría, estoy con filósofxs que no hablan de teoría abstracta sino que analizan su Brasil, nuestra Latinoamérica - nuestra cultura, nuestros desafíos. 

Cantamos "Aquarelas do Brasil" abrazados. Me sorprende saber casi todos los versos. Luego, de manera más contestataria, escuchamos la interpretación de Elis Regina de "Querelas do Brasil" mientras, ya de madrugada, continúa el romper de olas y el fulgir de estrellas. 




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