Aún en días como éste, soy consciente de que puedo respirar. Hoy fui a la playa al final de la tarde, caminé descalzo y respiré aires atlánticos. Me sentí vivo. Al atardecer, desde el muelle de Coney Island, di gracias por la playa, el cielo, el mar, el viento, el sol y el aire que respiro, aliento divino.
Atardecer visto desde el muelle de Coney Island |
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