Hay
grises días otoñales que pasan, pasan como "el sueño y la vigilia",
como "el día del amor," como el "paso firme
de las cosas que nos dejan solos". Pasan. Pasan. Pasan. Pasan por vos y vos pasás por ellos. Das
pasos. Pasos. Pasos. Y pensás, ¿a dónde me llevan? Porque los das pensando que
sabés para dónde vas, pero quizá sos como el viento que sopla y pasa, como el
viento que "sopla de donde quiere, y oís su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va."
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