Por eso me demoré en compartir esta crónica, La chica inquieta, justamente sobre una amiga texana de corazón apasionado.
La vida nunca resulta ser como te la imaginás. Te dicen que es de una forma, o te lo imaginás vos mismo sin que te lo digan, pero resulta de otra. Darse cuenta, entenderlo y aceptarlo duele. Y sin embargo, el corazón humano es fuerte y valiente. Encara la adversidad y sigue. Y siempre es posible arrancarle alegría a la vida. ¡Salud, amiga inquieta y sonriente!
Photo Credits: Elvira Nimmee © |
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