Las muchachas de Ladama Project entran al escenario en Union Pool, un bar de varios ambientes, incluyendo billares, un gran vestíbulo y la sala de conciertos, en Williamsburg. Para las chicas es su último concierto de esta gira por la Yunai que ya ha cumplido cuatro meses. Las conocí un poquito tarde pero me alegro de escucharlas una vez más antes de que Mafer regrese a Barquisimeto, luego Daniela a Bogotá, Lara a Recife y Sara se quede solita en Brooklyn.
Este sábado abren con "Porro Maracatú" y me embeleza escuchar a Daniela rapeando mientras toca el tambor alegre. Luego tocan "Pajarillo" y la bandola de Mafer me lleva a la Venezuela de mi Sol. Y de allí continúa la alegría y la belleza recorriendo toda América. Sara, quien es de San Luis, Misuri, homenajea a Chuck Berry pues ha fallecido. Ella creció en el barrio del rockero negro y su mamá fue maestra de los nietos de Berry, explica. Se luce la misuriana con un clásico de los sesenta y por primera vez me doy cuenta que su potente voz en inglés tiene tonos cálidos afroamericanos, herencia de su barrio. Las chamas se lucen además con nuevas piezas. De todas, la mejor es "Sin amarras," canción de letra feminista que Daniela, la autora, le dedica a todas las mujeres en la audiencia. Cierran con "Cumbia brasilera," la pieza más bailable de todas en vivo, y el corazón se me inunda de alegría como el cuerpo. Pero la audiencia pide "otra, otra, otra" y las garotas complacen con "Boa noite," un coco, ritmo recifense. Después del concierto, conversamos bastante. Daniela está muy feliz, dice. Mafer anda alegre y bailamos un poco con la música del DJ. Luego converso con Lara y me entretengo escuchando su acento pernambucano. Saudades do Recife.
Al rato, las muchachas tienen que sacar sus instrumentos de la zona de detrás del escenario. Es hora de decir "hasta luego". Las gurias a lo suyo, yo a lo mío. Se van a casa pero regresan en setiembre a Brooklyn a lanzar su disco que ya ha quedado grabado.
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